miércoles, 26 de junio de 2013

BUNDT CAKE DE PIÑA COLADA


Las ganas que tenía yo de tener un molde de bundt cake... y por fin es mío. Me costó decidirme, varias veces estuve a punto de comprarlo, y este año por mi cumple me lancé.
Siempre me asaltaban las mismas dudas: si merecería la pena el precio, si lo iba a utilizar tanto como para comprármelo, si realmente se notaría tanto la diferencia de calidad... y la respuesta es claramente sí.
Estos moldes valen lo que cuestan.  Para los que no los conozcais, os dejo aquí el enlace a su página web.
Desde hace un par de años son bastante fáciles de encontrar en España en tiendas físicas y virtuales.

Este fue el primer bizcocho que hice en él, imaginaos mi cara de alegría al desmoldar y que quedase así de bien.

La receta es una adaptación de esta de Bea de chips de chocolate y bourbon, simplemente cambiando algunos de los ingredientes.

Ingredientes:
- 250g de mantequilla
- 300g de azúcar
- 5 huevos
- 420g de harina
- 1/4 cucharadita de bicarbonato sódico
- una pizca de sal
- 60g de coco molido
- 200 ml suero de mantequilla (buttermilk)
- 40 ml zumo de piña
- 45 ml de ron
- 170g de piña triturada
- una pizca de vainilla (opcional)


Como os decía en la entrada de la tarta Red Velvet, últimamente me ha dado por los bizcochos con suero de mantequilla. Me encanta la textura que se consigue al utilizarlo.
Si no lo conseguís en el supermercado, podéis hacerlo casero. Simplemente hay que montar nata líquida (en este caso utilicé medio litro, utilicé toda la mantequilla y me sobró un poco de suero) y batirla hasta que se corte y se separen por completo el la mantequilla y el suero.


En un bol tamizamos la harina, el bicarbonato y la sal. Añadimos el coco rallado, mezclamos y reservamos.

En una jarra o cuenco, mezclamos el suero de mantequilla, el zumo de piña, el ron, la piña triturada y la vainilla. Reservamos.

En otro bol batimos la mantequilla (ha de estar a temperatura ambiente) con el azúcar. Yo utilicé blanquilla, pero seguro que el moreno también le queda muy bien a este bizcocho.
Debemos batir hasta que haya espumado y la mezcla se vuelva blanquecina.

Añadiremos los huevos uno a uno (ligeramente batidos), mezclando bien antes de incorporar el siguiente.
Es importante que la mezcla no se baje, ya que si perdemos el aire el bizcocho quedará demasiado compacto.


Una vez estén bien mezclados estos tres ingredientes, añadiremos (batiendo a velocidad baja o con una espátula) un tercio de la mezcla de harina y coco.
Luego la mitad de los ingredientes líquidos.
Otro tercio de la mezcla de sólidos.
El resto de los líquidos.
El resto de los sólidos.

Es decir, empezaremos y acabaremos por los ingredientes sólidos, intercalándolos con los líquidos.
Lo de un tercio y la mitad de ingredientes es a ojo, simplemente para repartirlos y que la mezcla tenga una buena densidad en todo momento, para que no esté muy líquida ni muy sólida y se pierdan las burbujas de aire que conseguimos con el batido.


Vertemos la mezcla en el molde de bundt cake, que habremos engrasado previamente.

Para hacerlo, yo vierto una pequeña cantidad de aceite de girasol en el fondo y con un trozo de papel de cocina lo reparto por toda la superficie del molde.
Siempre siguiendo la dirección que tiene que seguir el bizcocho para subir, es decir, de abajo a arriba.
Puede hacerse con un pincel también, pero a mi me no me gusta engrasar el molde demasiado, y este es el método con el que consigo dejarlo más limpio.

Para asegurarnos de que la mezcla se ha repartido bien por todas las ranuras, podemos pasar una espátula como recomienda Bea o dar unos golpes sobre la encimera protegida con un paño de cocina.

Horneamos a 170ºC (horno siempre precalentado) más o menos  una hora, hasta que al pinchar el bizcocho salga limpio.

Lo retiramos del horno, y dejamos reposar 10 minutos.

Pasados estos 10 minutos, le damos unos meneos al molde para que el bizcocho se separe por completo. Lo volteamos sobre una rejilla y dejamos que enfríe por completo.

Si todo ha ido bien, el bizcocho estará perfecto, con las aristas del molde muy bien marcadas y un color homogéneo y precioso.


¡Y nuestro bizcocho de piña colada está listo para disfrutarlo!

El resultado es un bizcocho muy sabroso, que aguanta genial el paso de los días, aún sin esmerarnos demasiado en protegerlo.
Se nota perfectamente la humedad de la piña, el aroma del ron y la textura del coco, a nosotros nos ha gustado mucho.

Sin duda lo repetiré, además de seguir experimentando con nuevas recetas para darle uso a mi preciado tesoro.